El libro electrónico provoca las resistencias históricas a los avances que han revolucionado el mundo a lo largo de su historia.
Personas que utilizan las nuevas tecnologías te argumentan:
Ah! No el libro no, porque es un objeto en si mismo. Es insustituible. Nunca renunciaré al libro como es.
El tacto, el olor, la portada, es casi tan importante el objeto como el contenido...
Pero lo cierto es que han caducado el periódico de papel, la televisión analógica, el fax, la música en soporte físico, la correspondencia de papel, la maquina de escribir, la telefonía con hilos... y está próxima la hora del libro tal como lo utilizamos hasta ahora.
En la música, aun hay seguidores del vinilo como exponente de la pureza de la música. Pero no es música en vivo, es música enlatada. Solo cambia el soporte.
La música digital cada día esta más conseguida, llegará en que tendrá una calidad muy próxima a la música en vivo, aunque es evidente que son cosas muy diferentes.
También llegará en que el libro digital tendrá el tacto y el olor del papel, solo que con una sola página de tinta electrónica que cambiará su contenido según nuestro deseo. Y en la que tendremos todos los libros posibles a nuestra disposición on line.
Es curiosa la resistencia de personas ilustradas a los avances tecnológicos.
No se trata de sacralizar estos ni de convertirlos en un fin en si mismo si no de entender que representan el progreso y que de nada va a servir oponernos a ellos pues solo nos llevará a la melancolía.
Las nuevas tecnologías han democratizado el conocimiento y le han sustraído a los gurús la potestad de decidir que es lo que se debe saber o no y aún mas allá, si lo que ellos saben es verdad o no.
Personas que utilizan las nuevas tecnologías te argumentan:
Ah! No el libro no, porque es un objeto en si mismo. Es insustituible. Nunca renunciaré al libro como es.
El tacto, el olor, la portada, es casi tan importante el objeto como el contenido...
Pero lo cierto es que han caducado el periódico de papel, la televisión analógica, el fax, la música en soporte físico, la correspondencia de papel, la maquina de escribir, la telefonía con hilos... y está próxima la hora del libro tal como lo utilizamos hasta ahora.
En la música, aun hay seguidores del vinilo como exponente de la pureza de la música. Pero no es música en vivo, es música enlatada. Solo cambia el soporte.
La música digital cada día esta más conseguida, llegará en que tendrá una calidad muy próxima a la música en vivo, aunque es evidente que son cosas muy diferentes.
También llegará en que el libro digital tendrá el tacto y el olor del papel, solo que con una sola página de tinta electrónica que cambiará su contenido según nuestro deseo. Y en la que tendremos todos los libros posibles a nuestra disposición on line.
Es curiosa la resistencia de personas ilustradas a los avances tecnológicos.
No se trata de sacralizar estos ni de convertirlos en un fin en si mismo si no de entender que representan el progreso y que de nada va a servir oponernos a ellos pues solo nos llevará a la melancolía.
Las nuevas tecnologías han democratizado el conocimiento y le han sustraído a los gurús la potestad de decidir que es lo que se debe saber o no y aún mas allá, si lo que ellos saben es verdad o no.