viernes, 11 de marzo de 2011

Tsunami Japón: Energia nuclear? por favor, NO.


Hemos estado soportando estos últimos tiempos a los "modernos" y a los "liberales" defender la excelencia y la limpieza ecológica de la energía nuclear frente a las renovables que según ellos son antieconómicas y tienen el pecado de la subvención. 
El tsunami sufrido en Japón este 11 de marzo ha producido en la central nuclear de Fukushima una ruptura de su seguridad con pequeño escape radiactivo incluido obligando a la evacuación de unos 40.000 habitantes de la zona. También hay problemas en otras dos centrales la de Fukushima II y la de Onagawa. Esperemos que se puedan solucionar los problemas con rapidez y que no se produzcan consecuencias sobre la salud de las personas.
Replico la nota que colgué aquí el 4 de setiembre de 2009.
 

La energía nuclear es… el pasado.
Resulta duro asistir al debate actual sobre la energía nuclear y ver como personas relevantes se pronuncian a favor de una energía que representa el pasado y que no tiene ninguna característica de modernidad o lo que es lo mismo de progreso.

El móvil, Internet y sobre todo la informática son algunos ejemplos de hallazgos modernos de la sociedad actual que representan el presente y cuya proyección futura contienen unas posibilidades de crecimiento y de ayuda al desarrollo de la investigación, la ciencia, la biomedicina, etc. inimaginables y cuyas previsiones son superadas ampliamente cada día.

Pero donde está la modernidad de un sistema de transformación energética que tiene mayores problemas hoy que hace cuarenta años? Cual es su aportación a la innovación tecnológica o científica, hoy?

La construcción de una central nuclear supone una inversión de unos 6.000 millones de euros.
El plazo de construcción del reactor y la propia central es de unos diez años mínimos.
La extracción y el molido del uranio exponen a los mineros a contraer cáncer de pulmón en porcentajes elevados.
Sin hablar de los escapes radiactivos que aunque pequeños se producen con cierta frecuencia lo que deja la puerta abierta a la posibilidad aunque sea muy remota de una catástrofe de consecuencias terroríficas.
La gran clave de esta controversia está en que se maneja un producto que ni se controla hoy ni se vislumbra que se pueda hacer en el futuro.
Lo mismo ocurre con los residuos radiactivos, que no se sabe que hacer con ellos salvo enterrarlos y dejarlos ahí para miles de años. Con el peligro añadido de su futuro uso bélico ó de que un fenómeno tectónico provoque la liberación de los mismos con las consecuencias sabidas.

Cual es la razón para dejarles esta maravillosa herencia a nuestros descendientes?

Donde está la modernidad de esta energía cuando en España con una buena planificación de inversión, tan solo con las fuentes solar y eólica, bastaría para abastecernos de energía eléctrica al ciento por ciento en veinte o treinta años, contribuyendo al sostenimiento del planeta, no poniendo en riesgo su seguridad ni a las personas y dando mientras tanto tiempo a que la investigación encuentre nuevas tecnologías seguras y limpias.

Hoy por hoy el futuro energético lo representan las energías renovables: solar, cólica, biomasa, geotérmica, marina y otras que se encuentran en fase de investigación y desarrollo.

El hombre no debería olvidar nunca que gracias a la energía que nos regala el Sol cada día llevamos en este planeta el tiempo que llevamos, volvamos pues la mirada a nuestra estrella.